Potterhead hoy y siempre

Los libros son puertas a nuevos universos, y hoy voy a hablar sobre un universo en concreto que ha marcado un antes y un después en mi vida.

Esto sucedió cuando yo tenía once o doce años aproximadamente, cuando todavía no leía libros especialmente largos o complejos, me mantenía en mi línea de lecturas de "El diario de Nikki" y "Tea Stilton". Un día unas amigas se pusieron a hablar de sus libros favoritos y me insistieron en que me leyese una saga en concreto, la saga de "Harry Potter". Yo no estaba muy emocionada con la idea  pues leerme una saga de tantos libros con tantas páginas no me parecía muy entretenido. Sin embargo, tras varios meses de insistencia llegamos a un acuerdo: si tras leerme la mitad del primer libro no me gustaba, me dejarían en paz de una vez, pero si me gustaba tendría que comprarles a todas unas "ranas de chocolate" (una chuchería del mundo mágico de Harry Potter). 

Por desgracia para mi cartera, tras leerme los primeros capítulos de "Harry Potter y la piedra filosofal", el primer libro de la saga, me enganché y lo terminé en apenas una semana. ¡Era lo mejor que había leído nunca! A partir de ese momento mi fanatismo solo podía crecer y crecer. Me leí los libros en tiempo récord y tras eso me vi todas las películas, me enamoré de los personajes y secretamente esperé a que me llegase mi carta de Hogwarts (evidentemente nunca llegó, parece ser que yo no soy maga). También tenía mi habitación llena de posters, funkos y legos de la saga, me creé una cuenta en la página oficial del universo mágico, el "Wizarding World", e hice todos los tests para saber en que clase de maga soy. 

Hasta el día de hoy, Harry Potter me sigue pareciendo una obra de arte en cuanto a literatura infantil y juvenil, me he releído los libros varias veces desde entonces y me sé casi todos los diálogos de las películas, en español y en ingles. Soy lo que se denomina una potterhead, y lo seguiré siendo por siempre.  

Leyre Pueyo








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