A través de mi ventana. Menuda adaptación...
Una de los mayores desafíos que puede tomar un director de cine, es intentar adaptar una novela a la gran pantalla. Si bien existen bastantes ejemplos que demuestran que esto no es imposible, también existen muchísimos otros que desvelan que no es tarea fácil.
Este pasado 4 de Febrero se estrenaba en Netflix la película "A través de mi ventana", protagonizada por Clara Galle y Julio Peña y basada en la novela del mismo nombre de la escritora Ariana Godoy (quien además participó de forma activa en el proyecto). Se trata de la primera parte de una trilogía literaria llamada "Trilogía Hidalgo". Este libro originalmente estaba publicado en la plataforma wattpad, donde ya cuenta con 365M de lecturas, pero gracias al apoyo que recibió, finalmente fue publicado en físico. El fandom de esta novela es inmenso y abarca a todo el planeta, pues Ariana, antes de la publicación de este libro, ya era una reconocida escritora de wattpad con 2,21 millones de seguidores en la web.
De verdad, me duele en el alma tener que hablar así, pero es que esta película no había por donde cogerla. A nivel audiovisual dejaba bastante que desear, la banda sonora era pésima, las actuaciones muy forzadas y poco fluidas (más que parecer enamorados los protagonistas parecían estar estreñidos durante toda la película) y por si fuera poco, su similitud con el libro era casi inexistente. Es decir, que como película era mala, pero como adaptación era aún peor, más si tenemos en cuenta que la escritora colaboró en el proyecto. Si bien la novela tampoco estaba como para ganar el premio nobel de literatura, al menos tenía personajes entrañables y una narración muy divertida. En la película no solo cambian la historia, eliminando escenas importantes para su desarrollo, sino que también modifican a los personajes haciéndolos irreconocibles a los del libro (además de muy repelentes). Y todo esto por no hablar lo la idealización que se hace de una relación de pareja que es más tóxica que Chernóbil.
Desde luego esto ha sido un hito en la industria literaria y cinematográfica del 2022, por desgracia no uno bueno.
Leyre Pueyo
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